oozebap
- colección: África (pescando husmeos)
"Los dagara utilizan la biomímesis" Entrevista a Marie-Joséphine Grojean, autora del libro 'Una iniciación chamánica. La aventura ambigua de un chamán amerindio y sus aprendices en África'
La Naturaleza y la espiritualidad están muy vinculadas, como no podía ser de otra forma, en la obra de Marie-Joséphine Grojean editada por oozebap Un chamán amerindio, uno africano y un grupo de aún no iniciados occidentales viajan juntos a Burkina Faso para la iniciación de los aspirantes. Son dos visiones muy diferentes en las que los aprendices europeos y americanos, hijos de la modernidad, tienen problemas para profundizar. Se trata de una obra insólita y muy curiosa que reflexiona en torno a las formas de vida tradicionales y a las cosmovisiones sagradas. -Tu libro 'Una iniciación chamánica' es un testigo vivo, complejo y seductor. Podemos acompañarte en algunas experiencias sensoriales (incluso extrasensoriales), nos haces partícipes de trances chamánicos, de encuentros con los genios en las cuevas de la sabana africana. Al mismo tiempo, dibujas un retrato poco seductor del occidental, perdido consigo mismo... -La
aventura ocurre en la sabana africana de Burkina Faso, en la zona de la
Buguriba, en la región dagara. Allí, durante un viaje iniciático,
se encuentran tres culturas reunidas en este espacio que la antropología
occidental denomina "chamanismo": la cultura africana, representada
por el titiulo (chamán) Elie y los habitantes dagaras, la cultura
amerindia en la persona del chamán cheroqui Swiftdeer y la cultura
occidental representada por los aprendices europeos y estadounidenses. -Implica, ante todo, un trabajo de descondicionamiento psíquico, dejando a un lado las ambigüedades relativas a uno mismo, aunque esto requiere tiempo... -Es cierto. Suele ser un trabajo de años. Debes aprender a morir antes de morir. Es lo que nos advierte Ellie, el chamán africano: "Estáis aquí para aprender a morir". Los aprendices de chamán se muestran incrédulos, algunos incluso están aterrorizados. No se esperan una cosa así. -El libro es también una declaración ecológica y un manifiesto por la valorización de los pueblos y las culturas tradicionales y naturales... -Sí, aunque hasta cierto punto, pues es un manifiesto ecológico inscrito en lo cotidiano. No hay teoría, ni explicación. Surge a través de lo vivido, de la experiencia compartida, por ejemplo a través de algunos objetos. -Justamente describes la cosmogonía dagara a partir de un cesto. ¿Puedes hacer un resumen de este objeto que denominas "primitivo futurista"? -La
concepción de estos cestos, de todas las medidas, está próxima
a los principios biomiméticos que inspiran a algunos diseñadores
actuales. Este objeto artesanal utilizado por las mujeres dagaras para
transportar cualquier cosa en sus cabezas es un producto de alta definición
ecológica. Elaborado con tallos de mijo que proceden de los campos
de allí mismo, reduce a cero la dependencia económica y
las emisiones de CO2 del transporte. Cuando ya no se utiliza, regresa
a la tierra y entra así en el circuito de las energías renovables
y no contaminantes. Es la misma lógica que la de construir las
casas con la tierra de alrededor o utilizar las calabazas del huerto como
cucharas o instrumentos de música. También supone una herramienta
creativa y de cohesión social. Elaborarlo es un arte que mejora
la coordinación de la vista y las manos, la concentración,
la paciencia y el respeto. Al trenzar un cesto, se trenzan también
los vínculo con él. Las cosas que hace uno mismo tienen
más valor, y cuanto más trabajas con las manos más
desarrollas las capacidades del cerebro. Cuando el niño dagara
se sienta al lado de su abuelo o abuela y los observa mientras elaboran
el cesto, no sólo aprende a confeccionar un objeto, también
se le trasmite un arte de vivir al mismo tiempo que un legado cultural
indestructible, útil y ejemplar.
_______________________________________________
_____________________________________________ |