<< sumario (volver) .

___________________________________________________

¿Un foro social o una feria de las ONG multinacionales?
Por Firoze Manji, editor de Pambazuka News (Nairobi)
Traducido por: oozebap.org, febrero 2007




Como era de esperar, el VII Foro Social Mundial (http://wsf2007.org) fue muy heterogéneo y pasaron muchas cosas. Por un lado, nadie puede negar la diversidad de gente llegada de todas las partes del mundo. El FSM, parece, refleja la heterogeneidad de la sociedad civil internacional: hubo iniciativas de las organizaciones de base, de feministas, movimientos sociales, organizaciones africanas pequeñas y grandes, organizaciones internacionales (¿o debemos llamarlas "multinacionales"?), donantes, activistas... Había reuniones y debates de anticapitalistas y de los antiglobalización (capitalista), como se espera de un acontecimiento que evoluciona con la necesidad de encontrar una alternativa a los globalizadores imperialistas de Davos. Y también había aquellos que tienen unas políticas que razonablemente las veremos como parte de la infraestructura de la sociedad civil moderna. Pero si sólo nos limitamos a describir esta diversidad, evitaremos la imagen, quizás más perturbadora, de lo que sucedió realmente.

El problema principal fue que no todo el mundo estaba representado del mismo modo. No todo el mundo era igual. Este acontecimiento tenía todas las características de una feria de muestras -y aquellos con el presupuesto más grande tenían más acontecimientos en el calendario, espacios más grandes (y más cómodos), más propaganda...- y, precisamente por esto, una voz más grande. Así, el equipo habitual del donante/ONG internacional tenía una presencia mayor que las organizaciones nacionales -y no porque lo que tenían que decir fuera más importante o más pertinente, sino porque, esencialmente, tenían un presupuesto más grande. Es decir, el FSM no es inmune a las leyes (neoliberales) del mercado. La balanza era muy desproporcionada. Se trataba más de una feria de ONG mundiales que no de una movilización anticapitalista (eso sí, ligeramente salpicada de activistas sociales y de movimientos populares).

Esta sensación de predominio del neoliberalismo todavía se hacía más evidente con el logo de CelTel (la empresa de telecomunicaciones de Kuwait que tenía la exclusiva del FSM) por todos lados. Además, un monopolio proporcionaba la comida a precios exorbitantes, que la mayoría de las personas locales (si se habían podido pagar la entrada al recinto) no podían permitirse. También había rumores fundamentados de que el negocio del abastecimiento tenía contratos exclusivos y estaba vinculado a altos cargos de Kenya. Los vendedores ambulantes, en quienes la mayoría de los vecinos de Nairobi dependen para conseguir de todo, desde las tarjetas para el móvil a la comida, fueron excluidos físicamente (así como financieramente) y no se los permitía la entrada al recinto Moi Sports Stadium (por cierto, construido por China) donde tenía lugar el FSM. Sólo cuando algunos activistas frustrados optaron por la acción directa y ocuparon las oficinas de los organizadores, se decidió suprimir el precio de la entrada.


Poco contenido político y poca representación africana

Este ha sido el primero FSM organizado totalmente en África (Mali fue anfitrión del FSM policéntrico del 2006). Pero el foro se caracterizó por la poca representación de activistas sociales africanos. Inevitablemente esto se reflejaba en los debates y las discusiones. El Norte blanco, con su estilo hegemónico, estaba sobrerrepresentado, mientras que los movimientos sociales del Sur fueron pocos.
En general en el FSM se hablaba y discutía mucho, pero echamos de menos la intención política. Es como si creyeran que las políticas y los programas eficientes (como las legislaciones por los derechos humanos) las hicieran gente amable. Pero la realidad es que lo que se convierte en una ley, lo que entra dentro de un programa político, es el resultado de luchas de base -sobre todo entre los "que tienen" y los "que no tienen". Pero en una semana dónde las voces de los que no tienen estuvieron poco representadas, supongo que no nos deberíamos sorprender de esa ausencia de política.
Para finalizar, una decepción general fue la poca participación (de entre 30.000 a 50.000 personas) que no lograron las esperadas 150.000. ¿Qué ha pasado para que tanta gente se mantenga alejada del FSM? Pese a preguntarlo muchas veces, no he encontrado una respuesta satisfactoria.

__________________________________________
oozebap . 2007 . sumario